La salida de Salgado del equipo creó un gran malestar en parte de la afición, entre otras razones porque además de ser un estandarte del club desde sus inicios, era el único jugador bilbaíno de toda la plantilla en ese momento. El equipo estuvo conformado por Bruno Lábaque, Leonel Schattmann, William Mc Farlan, Terry Taylor, Diego Osella, Fernando Malara, Cristian Romero y Juan Pablo Figueroa.