Era su gol número 644 con el Barça, rompiendo un récord que se había mantenido inatacable durante 46 años -y que muchos creían ya insuperable-: el número de goles marcados en partidos de competición por un solo jugador para un mismo club. Swingman: Llevan bordados los logos de la NBA y de la franquicia, además del número y el nombre del jugador.